martes, 27 de noviembre de 2012

Memoria de Pueblo Chico

Trigal. Nilahue Cornejo.
Archivar la memoria, registrar la historia, se transformó en mi tarea desde que comencé con el documental Tierra Gentil (2005). Desde entonces sentí la necesidad de hacerme cargo del rescate de la historia contenida en la memoria de los habitantes mas antiguos de nuestros pueblos. Sobre todo de los pueblos en que nadie más se interesa, esos pueblos y gente que pareciera nadie ve, hasta que sucede un hecho que lo saque del anonimato y trascienda a nivel nacional. Lamentablemente la gran mayoría de las veces se trata de algún hecho negativo que marca y estigmatiza injustamente a ese pueblo y su gente. 

Cristo a la entrada de Nilahue Cornejo
En Nilahue Cornejo, pueblo perteneciente a la comuna de Pumanque, Sexta Región de Chile, como en la mayoría de los pueblos de nuestro país, se estaba produciendo la ruptura del canal natural de transmisión de conocimientos, es decir, los conocimientos que deberían ser transmitidos por generaciones a través de la oralidad, no estaban llegando a los más jóvenes. 
Trigal. Nilahue Cornejo.
Nilahue Cornejo, tiene una historia de aproximadamente 80 años. Sus habitantes más antiguos aún conservan en su memoria la manera en que éste se fue constituyendo como pueblo. Por tanto, sus relatos conforman una valiosa fuente de información debido a que son el testimonio de quienes vieron y vivieron la formación y transformación del mismo. Sin embargo, mientras Nilahue Cornejo crecía en cuanto a infraestructura y población, sufría en forma silenciosa e irreversible la pérdida de parte fundamental de su patrimonio inmaterial. Sus abuelos ya estaban partiendo, llevándose consigo sus historias y experiencias, las que no llegarían a ser conocidas por las generaciones venideras. En este contexto surge el proyecto documental Memoria de Pueblo Chico, como una respuesta a la urgencia del registro, pues Nilahue Cornejo aún estaba a tiempo de rescatar y valorar su historia.


El documental Memoria de Pueblo Chico viene a reparar en parte la perdida de comunicación entre las distintas generaciones, permitiendo el encuentro y diálogo entre éstas. La realización de este proyecto ha permitido que l@s nilahuin@s comiencen a mirar a su pueblo y a su gente de manera distinta, reconociéndose y disfrutando de lo que ven y son, conociendo y reconociendo su historia en la voz de sus abuelos.

Tal como Nilahue Cornejo lo ha hecho, es necesario que los demás pueblos comiencen a valorar a sus abuelos, pues éstos sin duda son parte fundamental del patrimonio de Chile, ya que ellos han sido protagonistas en la construcción del país que tenemos hoy. 
Por último, vale destacar el trabajo que algunos profesionales de nuestro país están realizando en pro del patrimonio, muchas veces sin importar los medios con los que se cuente. 

Laura Cabrera Barraza.
Camino al estero de Nilahue Cornejo.
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Soy nacida y criada en Nilahue Cornejo. 
En diciembre del año 2008 movida por un sentimiento de responsabilidad hacia mi pueblo y su patrimonio inmaterial, decidí tomar mi cámara de video (casera), un trípode, mi motoneta e instalarme en Nilahue para registrar, tal como lo había hecho en la Quebrada de Tarapacá con el documental Tierra Gentil, la historia que, principalmente, los habitantes más antiguos de mi pueblo mantenían hasta ese momento,solo en su memoria. La tarea que me impuse en ese momento fue dejar registro de dichos relatos y personas evitando así que nuestro patrimonio inmaterial siguiera perdiéndose irreparablemente.
Nilahue Cornejo es un pueblo pequeño, con no más de 1000 habitantes, con una historia joven, por así llamarla, por lo que tuve la suerte de registrar los relatos de quienes vieron y vivieron el proceso de formación y transformación del pueblo. 
Laura Cabrera Barraza.
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, febrero de 2009.
Luego del lanzamiento del documental, en Nilahue, supe que a algunas personas les molestó el título que escogí para el documental, pues remite a tiempos en que de forma despectiva los habitantes de los pueblos vecinos denominaban a Nilahue Cornejo como pueblo chico. Pero la verdad es que yo no viví ese tiempo, para mí ser proveniente de un pueblo chico no significa ningún menoscabo. Hoy ya muy pocos le dicen pueblo chico porque el pueblo ha crecido mucho tanto en población como en infraestructura con relación a los otros sectores de la comuna, sin embargo, es innegable que cada uno de nosotros, los nilahuinos, somos semillas de pueblo chico. 


     Link Trailer documental http://www.youtube.com/watch?v=r65nK0zDwOU

El documental Memoria de Pueblo Chico, es pura historia oral, son los abuelos de Nilahue Cornejo los que se toman la pantalla y dan cuenta de la historia y tradiciones del pueblo, convirtiendo sus recuerdos en una fuente de información que quedará como legado para las futuras generaciones.


 Documental Memoria de Pueblo Chico completo en:  https://vimeo.com/32842520



Textos Memoria de Pueblo Chico

Nilahue Cornejo, huele a leña quemándose, a eucaliptos, a humedad. Es un lugar donde los árboles, los cerros, el canto de los pájaros y los cercos de alambre se complementan con la simpleza de su gente. En este pueblo la historia vive, camina, canta y siembra. Es la voz gastada, el andar lento y los ojos cansados de quienes vieron pasar muchos años, y guardaron en su memoria pequeños recuerdos que hoy son la historia colectiva del pueblo. Esta historia, nace por el sueño  de un hombre que fue sumando almas a su proyecto, dándole vida a este suelo, sembrando niños, esperanza, futuro y deseos de felicidad. 
Ramón Cornejo, junto a su mujer,
Clara Luz Pacheco
Fueron las manos de hombres y mujeres, llenos de vida y sueños, las que dieron forma a todo lo que hoy se puede ver. Aquellas manos labraron la tierra, construyeron caminos, levantaron casas, hicieron fuego, acariciaron a sus hijos y amasaron el pan. Son las mismas manos las que hoy buscan entregar lo más honesto de un pueblo, su historia, la que está esparcida en la memoria de los abuelos que tuvieron la dicha de ver nacer a Nilahue Cornejo.
Fue un hombre, un soñador que no sólo le entregó a un grupo de personas tierras donde vivir, sino también les brindó y les enseño una fe. Su fe en la Virgen de Lourdes fue la que quiso propagar para que todo el pueblo creyera en ella, y no solo se uniera por el suelo que comparte, sino por una hermandad. A don Ramón Cornejo,se debe el surgimiento y la fe del pueblo que hoy luce con orgullo su apellido, recordando a aquel hombre que decidió ir más allá, por la gente, por su gente.

Procesión de la Virgen de Lourdes.
11 de febrero de 2009.
La Virgen de Lourdes que don Ramón trajo hasta su hogar para que lo bendijera, se transformó  en la imagen protectora de todo un pueblo. Fue él quien hizo al pueblo creyente, enseñando y propagando la fe en ella. Convirtiéndola en la Patrona de Nilahue Cornejo, que desde entonces ha sanado de manera milagrosa, el cuerpo y el alma de todo aquel que en Ella cree.

Fresia Navarro.  Cuidó la gruta de
Nilahue  por más de 40 años.
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Febrero de 2009.
Hoy, la devoción del pueblo se siente, se respira y se canta. Cada año los hombres y las mujeres de Nilahue Cornejo se convocan en una cita impostergable. Es en cada verano cuando la gran familia se reúne en torno al nombre de la Virgen de Lourdes con el único propósito de agradecerle por todos sus cuidados y por la protección que ha tenido con sus hijos. Es en febrero cuando la Madre del pueblo recorre las calles de Nilahue Cornejo acompañada por sus hijos, quienes movidos por la fe, le rezan y cantan como una sola voz, día y noche. Ni el frío, ni el cansancio son impedimentos para demostrarle la gratitud que sienten por las respuestas milagrosas a sus peticiones. 
En la memoria de los abuelos está contenida la historia de este pueblo. En sus recuerdos están plasmados los sucesos relevantes que constituyen la esencia de Nilahue Cornejo. En ellos están la repartición de las tierras, la fundación del pueblo, la construcción de las primeras casas y caminos.
Elena Farías. Dueña cantina "El Tropezón".
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, febrero de 2009. 
El nacimiento de los primeros niños, el surgimiento de las primeras familias. En sus mentes se conserva intacta la imagen de don Ramón Cornejo, su familia, y de tantos aquellos que físicamente ya no están pero que acompañan en el espíritu el caminar del pueblo. 
Es tarea de las nuevas generaciones recuperar todo cuanto quieren decir los abuelos. Deben ser los nuevos portadores y continuadores de lo que es el pueblo de Nilahue Cornejo. A ellos les corresponde comenzar esta tarea, escuchando relatos de tiempos pasados, cargados con historia, para conocer y valorar lo propio. Sintiendo orgullo de todo lo que existe porque es el fruto de aquellas manos que le dieron vida y forma a este pueblo.
Alberto Cabrera Serrano.
Antiguo habitante de Nilahue Cornejo.
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, febrero de 2009
Los ojos de estos abuelos han visto el pasar del tiempo, constatando cambios y transformaciones. Siendo ellos los que han impedido que se olvide lo realmente importante: su memoria y la fe en la Virgen de Lourdes. Son los abuelos quienes vencen diariamente el olvido haciendo perdurar sus recuerdos a través de los relatos, los que se conservarán mientras existan hombres y mujeres capaces de valorar lo propio, su pueblo, su memoria y su gente."
*Textos y voz en off documental Memoria de Pueblo Chico: Susana Gutiérrez Carrasco.


Entrevista Víctor Lecaros. Poeta y cantor popular de Nilahue Cornejo.
Diciembre de 2008

¿Usted compró aquí tierras?
Si, compré aquí, le compre a Don Alberto
¿A Alberto Cornejo le compró?
Víctor Lecaros, poeta y cantor popular de Nilahue Cornejo.
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, diciembre de 2008.
Si a don Alberto. Le compramos aquí yo, ahí vivía Alberto Cabrera, ahí, yo, on Baucha y on Rafa y don Baucha, los cuatro compramos esto, todos jun…, todos andábamos haciendo la diligencia juntos, hasta que los salió poh esta cosa… íbamos a Marchigue. Este pizarreño lo traje de Marchigue yo, de Marchigue. Tuve que andar harto porque on Alberto viejo como que nos dejaba no más, .los dejaba, los entretenía ahí y no los daba nunca la escritura. Porque se oponían los hijos…don Marcos con don Alberto, no sé.  Y andábamos, íbamos a Marchigue hasta que llegó la…con la política don Lindo Navarro los hizo la paletea y trajo un…cómo se llama aquí a onde don Alberto.  
¿Cómo pagó el terreno?
Con dos vacas parías, claro son como 14 mil y tantos metros, ahora valen una cantidad de plata. Allá abajo hay un pozo, pozo pa regar a riego, hasta aquí llega el agua de allá con cañería. El año pasao había poca agua, no ve que fue año seco y, la noria no daba y de allá traje... pusimos las gomas pacá y…pero hay como 300 metros de allá acá….una goma lacia que hay…es así como delgadita y al venir el agua viene por dentro y se va inflando y compré todo este pedacito de suelo yo, en dos vacas parías, y ahora vale 2500...3000 pesos el metro, en catorce mil seiscientos metros, no sé cuánto… cúbicos… así que yo le dije a Cristián, lo conoce a Cristián usted…le dejé 15 metros de ancho por 50 así para allá, como él se crió aquí, y se lo dejé ahora esos 15 metros valen millón y medio. A como están los metros… a como vende el suelo.
Por qué se vino a Nilahue?
Yo me vine de… del otro lado, del lado de Santa Rosa me vine, yo estaba recién casao pocos años, taba Sige y la Malva no más, de allá. Me fui a pedirle trabajo, ocupación a las Poblete, a las señoritas Poblete ahí, y me dieron poh…preguntaron en hartas partes qué laya de persona era yo…ehh cabro honrao cosas así.. y…me trajeron, estuve 28 años con ellas. Me metían susto que eran malas y cuestiones, pero tenían muy buen proceder poh, muy ehhh muy gentiles ellas. Cuando tomaba…hartos tema tengo…cuando tomaba a veces fallaba dos días… qué tuviste haciendo? Tomando, tomando les decía, le dije yo… usted sabrá poh…no mentía, creo que decían ellas por suerte Víctor no miente. Y después de haber estado con ellas pallá unos días me pusieron ellas de empleado a mí, allá en el fundo, porque nunca me notaron que yo había buscado nada, nunca, jamás. Tábamos limpiando garbanzos, la uva estaba toa llegar y tomarla, cerquita….los demás sacaban uva y se ponían a comer y habían seis señoritas ahí, por la ventana estarían mirando y eran delicás y, yo nunca tomé un grano, jamás. Fue tanto que me preguntó…oiga Víctor, me dijeron, a usted no le gusta na la uva? Con esas palabras. Si me gusta, le dije yo… no me contestó na, me dijo así no más, pero, por eso porque nunca me vieron sacar un grano…
¿En qué año más o menos fue eso?
Mire, el año cincuenta…el Sige parece que nació el 51, la Malva el 53 parece…taban todos nacíos ya poh ¿Cuándo me vine pa acá? No, no me recuerdo na.
¿Más o menos el 50, 60?
No poh si cuando me casé, me casé el 50 yo poh, en 1950. Sige nació en 51, la Malva el 53 y de ahí fue poh…pero cuando me vine pacá no…y así, yo no salí mal del fundo nada…así que ese es mi vida, yo…yo jubilé por la columna 2 años antes de la edad mía, que era el reglamento pa jubilar, porque sufría mucho de la columna y trabajaba en los palos para allá, en los hornos, cargando hornos.
¿Qué hacía acá cuando se vino?
Acá yo, primero empecé a trabajar, tenía caballos, Sige…le entregué las bestias a él y trabajábamos en la Quesería así a medias y yo le prestaba todo apero a él pa que trabajáramos a medias. Trabajábamos al cuarto, así …lo otro era pal dueño del fundo…por decirle…un año sacamos mil sacos, tocamos 250 cada uno. De mil sacos, tocaba 500 Sige, pero tenía que darme a mi poh, porque yo ponía todo el apero, todas las cuestiones. Y ahí estábamos lo más bien y la Marina trabajaba, fue harto trabajadora, trabajaba en mantas… hasta que comenzamos a hacer esta casita, la hicimos toda a puro costo. Cuando nos casamos no teníamos na. La Marina tenía su buena cama si poh, pero, más no teníamos y…yo fui tonto también porque tomé un tiempo, cuando no debí haber tomao, tomé, pero nunca abandone yo de…pedirle cosa, empeñar cosas…ahora ya hace 35, 36 o 37 años que no tomo, estaban las chiquillas estudiando, ahora tienen hijos casaos ya, no he aprobao nunca más el trago.  Esa ha sido mi vida…que me digan algo, que me apunten el dedo, no, por feo no más sería.
¿Le gusta el pueblo? ¿Se iría de aquí?
No...
Por ser pobre uno sufre harto en la vida…trabajaba yo de ahí, de allá de lo on Gao, usted conoce? tenía que ir a trabajar allá al cruce de Alcántara donde doblan pa Lolol, de a pie, cuando se trabajaba de sol a sol…y de ahí del cruce de Lolol tenía que entrar para entro a la orilla del estero. Tremendo peazo pa entro…a mitad de la semana yo me venía a dar una vuelta, los chiquillos taban chicos, a dar vuelta a la casa... porque tenía que alojar allá pue….entonce…que las señoritas de Santiago que iban a saber siendo que uno tan leeejos…un día llegué rayando el sol allá, poquito que se había levantado, me dijo... ya sí, calcule usted de a pie al llegar aquí abajo y después llegar rayando el sol allá arría, antes que llegara el sol, de a pie, así que calcule usted. Si la vida de uno ha sido…por eso después uno queda muy aporreao con ta… de sol a sol, más que quemara el sol como quemara, uno ahí en las casas, en los reparos ahí, pero parece que hubiera pagao uno pa…ganándose a la sombra, y los patrones ahí a la orilla de uno. Y los patrones, cuando tabamos aentro de los galpones trabajando se oscurecía y no los decían na ándate poh, así. 
Tengo harto tema pa conversarle a usted.
¿Usted se acuerda cómo era el pueblo cuándo llegó?
Si, habían muy pocas, había menos casas, mucho, mucho, pocas poh. Si no, si yo me acuerdo que las casas que habían aquí, que conocía algo yo, había una escuela vieja ahí a onde vive Carlitos Muñoz, esa casa, una sola que había más allá onde maneja uno… zapallos por ahí, ahí había escuela cuando…ahí estudiaron las chiquillas aquí, en esa escuela,…casa de teja… ahí onde Julito, esa casa estaba, la de la esquina….ahí la comadre Fresia, de esa me acuerdo, ahí onde Benito, y acá onde on Rene... casa vieja… ni la mitad de las casas que hay ahora poh, ni cerca. Todo esto, mire aquí mismo estas tres casas aquí, aquí y aquí, cuatro casas. Esta después que compramos aquí y esa también, y esa de don Alonso. Y así poh…de casas… habían, ni la mitad poh, ni las tres partes de este pueblo. 

Y aquí en este pueblo hay casas que no tienen escritura, así que muchas casas…creo que las tienen algunas por el….bienes nacionales las tienen inscrita…así que… de eso me acuerdo yo poh. A mí me han mandado a decir de la escuela los niños que cuándo se fundó el… ¿qué fue lo que me dijeron?....pero si yo no era na de aquí y otra que conmigo se han sacado muchos 7 los chiquillos conmigo. Aquí vino…vinieron las profesoras, vino la que está con Perico, vino con una cuadrilla de chiquillos que le enseñara a hacer canastos, canastitos…y…uno…usted conoce al Churrasca, que le dicen?...al Llillo…al Llillo Fuenzalida?...a ese le hice un canastito así yo, como canastito grande con orejitas, porque era tarea, se lo hice yo poh, entonces me dijo…y todavía a onde me ve, se ríe y ta agradecío, se sacó un 7, me dijo que cuando me debía, y le dije yo..naa poh, estaba chicón, chico, chiquillón. Naa poh que me rece cuando yo me muera, ¡yo sé puro padre nuestro no má! Bueno ese me lo reza, le dije yo, algo que se pesque (ríe) y cuando lo veo por ahí ¿no se le vaya a olvidar el Padre Nuestro! A mí me queda pocaza carne en la carnicería. Así que ….(ríe) …y así y muchos pue payas, décima de…Bernardo O´Higgins y yo no se… yo me falta mucho porque…por eso digo hubiera sabido leer sería algo historístico o algo de historia, quizás a onde andaba pallá… porque…cosas que yo no la he leío, muchas por lo …por lo que he escuchao no más poh, pero yo ignoro muchas cosas… yo la pura inteligencia mía no más, por lo que he escuchao no más… los versos que hago los hago…de eso entiendo muchísimo, del padecimiento del Señor, onde sé versos yo, por los libros, voy robándole palabras hasta que hago un verso igual a los del libro. Así es que no sé poh, yo estaba acordándome de esos versos que quería enseñárselos a usted yo... La…esa es cuarteta, los cuatro pies del verso salen ahí, las últimas palaaa…cuatro pies últimos, esos se llaman cuartetas. Y hay cuartetas muy decidoras otra…dice no me la pongan ladeao porque ya me duela un cuadril, pónganmelo medio a medio porque ya me van venir… las cuartetas son…como que son cuarteas, las cuartetas…pero cuando canta el verso no tienen na…no. Porque, no me lo pongan ladeao, porque me duele el cuadril, el cuadril es este, pónganmelo medio a medio que ya me van a venir. El gran madero en el hombro, no me lo pongan ladeao porque me duele el cuadril, el cuadril es este, aquí…no ve que iba con la cruz al hombro él, él le dijo a los judíos que no le pusieran la cruz ladea porque le duele un cuadril, el cuadril es este, pónganmelo medio a medio… de las crueles agonía…. No es na que ver cuando uno termina el verso, no. Sale la cuarteta si, pero no como es la cuarteta así junta. Una niña buena moza se enojo y me dio unos palos, porque le puse la mano entre san Juan y Mendoza. Esa es cuarteta, son decidoras… como que…pero no tiene na que ver. Así que eso, yo de los años que he vivió ha recogío too esto que sé, porque yo mismo me guiaba por los primeros. Los primeros, el ejemplo cantaban a lo Divino, cantaban cualquier cosa a lo Divino, toos esos versos que son casos que pasan, son ejemplos no más poh, no son a lo Divino. Cómo va a ser a lo Divino un caso que esos niños que cayeron al puente…un ejemplo que pasó no más, lo Divino es lo que padeció el Señor….lo….cuando nació, esos son a lo Divino, por la Historia. Na que ver esto, y a uno le cantan estos. Yo le hice unos versos ahí por la Vega tenía una chueca, parece que le conté a usted…una chueca…Segua se llama, Segundo, le hice ponderación, cuándo un chueco iba a tener tantos clavos, pero es hacer una cosa chica agrandarla, eso es ponderación. Voy a empezar esta letra de la chueca de don Segua, que aquí por toda la Vega no la sabe ningún poeta, se llenarán 100 carretas, con un anca espedazá….cien carretas, sacando las capellá, dejando el palo pelao, sin tomar cuenta los clavos, te salen 10 camioná, de un puro zapato. De ahí usted poh, la cantidad. Las capellás poh, las capellaá, las conoce? Una capellá que ponen los chuecos, en el pie. Doscientas vacas mataron para hacer las capellá, fue grande la mortandad que apenitas le alcanzaron. Los maestros…pa dejarlas bien seguras, para medirle la anchura vinieron de otra nación, de la punta hasta el talón no le han hallado mensura…vinieron de otra nación a medirle. Y así pue, esas son cosas que…que hay que entender de esto poh…
¿Y dónde aprendió eso de la ponderación?
Ponderación, solo poh, porque hay versos de ponderación. El de contrapunte también, eso los dejé yo porque después que tu sabís tanto, sabís gobernar la pluma, dame la cincuenta suma la cantidad de los astros, cuánto los minutos, cuánto, corre solo en su columna me darís respuesta alguna si soy de tanto saber, qué novedad puede haber si…el sol y la luna. Esas son contrapunte, usted me tiene que contestar otro, de lo mismo. 
…a mi me falta mucho, si yo hubiera sio letrao… 
¿A usted le gusta enseñar lo que sabe?
Bueno, si no me gustara enseñarle no le enseñaría a usted poh
¿Pero cuándo les enseña los versos, por ejemplo a don Jaime?
A Jaime yo le enseñé como se rimaba, o a cualquiera le puedo dar un verso yo poh, de los míos.  Al mismo Onofre le he enseñao versos de los mismos que hago yo y versos de los otros a lo Divino… pero, es que algunas veces conmigo no son na cariñosos poh…incluso me hallan que soy reparón. Yo le enseño una cosa correcta y me dicen que soy reparón, es que cantan al lote algunos poh, como sea no más no cantan como canto yo poh, yo canto como son los versos, rimaos, toos rimaos y, unos cantan a veces como vienen los libros no más y salen mal poh, y yo se los enseño, pero hallan que soy reparón. Yo lo único que digo es que lo que no es a lo Divino, no es a un santo no puede cantarse, porque un santo, la Virgen…claro que no dice na poh, porque está en un cuadro ahí qué va a decir, si yo le canto una cueca ahí y no dice na poh. Pero a lo Divino verdaderamente, los ejemplos no son pa los santos... toas las cosas, yo cualquier cosa hago, pero si en una celebración me cantan algo que no es a lo Divino yo no les contesto na. Yo voy a cantarle a lo Divino a la Virgen, no voy a cantarle casos que pasan por aquí. Si poh, tan en los libros, porque los libros, no ve que, vienen libros de versos…yo tengo un libro de versos, por ahí lo tengo y más tengo…todo a lo Divino, de Genoveva, pero esto que pasa por aquí no poh. Cómo voy a cantarle verso a la Virgen de uno que murió y cayó de un tractor o en fin cantar un verso uno que no tiene na que ver, es algo malo eso poh. Pa tirarse así, estando tomando un trago así, en una parte sola uno con otro…así no más, de travesía.
¿Entonces lo encuentran exigente?
Pero es que la exigencia la hago porque yo la hago justa poh, por eso hallan que yo soy reparón. Ahora si yo…usted tiene un error y yo se lo corrijo es porque soy reparón? Ah? No es corregirlo y yo se lo oferto, le oferto a usted y…si usted tiene una falla, le digo yo, acaso quiere se lo arreglo…eh…que me importa a mí que usted cante como cante….yo no…a los amigos les digo, si quiere yo se lo arreglo, si quiere... y a muchos le he arreglao. Pero hay unos que no poh, que quieren puros libros, no conocen… y a mi no me cae na muy bien poh porque yo les estoy diciendo la verdad y siempre…y les ayudo de yapa, no me gusta eso…hablan por ahí que yo soy reparón, que tengo esto que tengo estotro. Unos hablan porque no son capaz poh, por la envidia…lo mismo cuando antes, cuando estaba joven, que no cantaba muy mal, no querían cantar conmigo…y que si uno tiene una voz….los mismos versos pueden cantar poh, porque se aprenden los versos en los libros, pero la voz no se la quita nadie a uno poh, uno que tenga buena voz la tiene no más…y eso es lo que…ve por eso.
Yo iba a la capilla a cantar, cantaba dos o tres versos y me venía, no cantaba nadie conmigo poh. Después que me venía cantaban, podían amanecerse cantando, porque hallaban que conmigo no…que era reparón.
¿Pero yo me acuerdo cuando era chica y usted cantaba ahí?
Si?
Si
Pero y qué, si uno tiene una voz, el otro tiene otra…hay unos que no sirven pa cantar poh, que no tienen voz na poh, y que va a hacer, y qué va a hacer si otro tiene buena voz, quién se la va a quitar, es un don, lo mismo si uno tiene buena cabeza pa hacer cualquier cosa, es un don que tiene uno, y si el otro no tiene don por qué se enoja con lo otro, no me gusta eso. Y todavía yo le oferto que les ayudo.
¿Irá a haber otro cantor como usted por acá?
No creo porque la juventud no…ahora la juventud…en los puros bailes…no, no creo
¿Usted cree que se va perder el canto?
Si, dicen que se va a ir perdiendo y ya hay muy poco joven que canta. Aquí quién de los jóvenes… les gusta los puros bailes, las fondas, quién va a querer…con las puras niñas por ahí no más. Este baile moderno que tan saliendo… son puros saltos, antes era pura cueca no más poh, después ya comenzó, salió el valse, el corrío, la cumbia y ahora salió más poh, y así poh... El saber no estorba na poh, pero se le olvidó too, si se olvía poh, a mí me le olvido mucho buhhh, me acuerdo de algo no más, algo de lo que sabía antes y lo que voy haciendo ahora no más poh… 
A don Francisco Astorga le dije yo, en una reunión siempre algo se recoge, porque hay tantas ideas, tantas cosas y algo se va viendo y… Yo les he arreglao versos a varios, pero….el que quiere, pero el que no quiere, qué le voy a hacer. Es que ellos creen que lo que ven en los libros vienen…eso es lo verdadero, pero es que en los libros, vienen versos malos poh. La cuarteta no coincide y no…no rima…entonce esa palabra que le falta a un pie, hay que tratar de ponerla aonde venga. Como ser aquí por ejemplo el parcito, (explica con las manos)si aquí le falta a este parcito esa palabra parecía, junta…no le dije? (explica composición del verso con las manos).  Dice, mire, si mis ojos la luz vieron, en ese cielo estrellao, vi el cordero inmaculo, estrellao y inmaculado, un par, si en un trono lo pusieron, este pega con acá, los ancianos lo vistieron, trono lo pusieron los ancianos lo vistieron, con….los ángeles han tenío….pacá rima igual, ese se llama la rima, rima pallá y rima pacá. Eh puede cantarlo vuelto uno, aprenderlo de las dos layas… por qué, porque esa se llama rima, rima pacá y rima pallá. Así eso es lo que los demás no lo saben, hallan que uno es reparón. Fuera reparón no le…no como ser usted canta y le digo yo oiga fulano tanto, usted se equivocó en una palabra, y usted quiebra ahí, si quiere yo se la arreglo, usted sabrá si quiere o no poh, pero como era de los libros algunos dicen que no, que yo soy reparón. 
Lo que no sé, no lo sé no más no voy a estar… mire yo antes jugaba, a la pelota y nunca fui bueno poh, y al que no me conoce puedo decirle, porque hay personas así que dicen puta…yo hacía de  rayas… como no me conocían, pueden creerme que yo fui harto bueno, pero pa qué voy a decir eso siendo que no…no ha sio. Que pa mentir a mí me gusta muy repoco, muy poco mentir…muy poco mentir, por necesidad se miente."


Fresia Navarro.
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, febrero de 2009.


Luisa Valenzuela. Abastece al pueblo con su delicioso pan.
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, febrero de 2009.

Procesión Virgen de Lourdes.
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, 11 de febrero de 2009. 


Eugenio Reyes. El único fraguador del pueblo.
Oficio heredado de su padre.
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, febrero de 2009.

Elena Farías, compartiendo con los clientes de su cantina.
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, 11 febrero de 2009.

Entrevista a Elena Farías.
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, febrero de 2009.
Grabando a Santos Peñaloza.
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, febrero de 2009.
Junto a Santos Peñaloza.
Junto a Elena Farías en su cantina.
Entrevista a Ursula Allendes.
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, febrero de 2009.

Entrevista a Raquel Barraza.
Rodaje documental Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, febrero de 2009.
Proyección documental Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, 30 de mayo de 2009.
Nilahuinos viendo el documental sobre su pueblo.
Nilahue Cornejo, 30 de mayo de 2009.
Asistentes al evento de lanzamiento del documental
Memoria de Pueblo Chico.
Nilahue Cornejo, 30 de mayo de 2009.
Directora del documental Memoria de Pueblo Chico.
Agradeciendo a los nilahuin@s que prestaron sus testimonios
para dicho documental.
Nilahue Cornejo, 30 de mayo de 2009.






























jueves, 22 de noviembre de 2012

Tierra Gentil y la Quebrada de Tarapacá.



El documental Tierra Gentil es un viaje al interior de la Quebrada de Tarapacá, específicamente de los pueblos de Sibaya, Pachica y San Lorenzo de Tarapacá. A través de las voces de sus propios habitantes, la Quebrada nos habla dándonos a conocer su mundo. Un mundo cargado de elementos sobrenaturales, que van desde lo autóctono a lo foráneo, desde el mito de creación aymara de los gentiles, hasta las sincréticas fiestas religiosas que se celebran hasta hoy en cada uno de sus pueblos. Los protagonistas, abren las puertas de su memoria para revelar fragmentos de su propia historia. Tierra Gentil es un intento por rescatar ese pasado y presente, tradición y oralidad amenazadas por el olvido del tiempo.(Texto contraportada DVD documental Tierra Gentil). 


Relatos contenidos en el documental Tierra Gentil. 

Los Gentiles

Mauricio Salazar, habitante de Pachica:
"Unos abuelos me contaron esa historia, y dicen que…los gentiles eran unos seres pequeños que medían 80 centímetros más o menos, a lo mucho un metro. Todo lo hacían con la luna. La luna era su vida, en realidad. Iban a la chacra con luna...

Paulino Ilaja, habitante de Sibaya:
Según la historia de los… que los veteranos nos contaban a nosotros que… antes que saliera el sol, existían los gentiles. Los gentiles no conocían sol, solamente la pura humedad no más, pura lluvia no más. Por eso es que sembraban en cualquier parte había agua.

Manuel Moyo, habitante de Sibaya:
Ellos vivían así como de noche. Como cuando hay un eclipse de sol, así vivían en ese tiempo. Se habla de que ellos vivían antes de que apareciera el astro rey, el sol. Y cuando ellos escucharon que iba a aparecer el sol, entonces… ellos todos se asustaron y sus jefes, sus mandamás, todos ordenaron sepultarse bajo tierra, porque el sol los iba a quemar.

Mauricio Salazar:
La fuerza del sol es muy fuerte, entonces prácticamente murieron en el momento muchos gentiles, y otros que estaban preparados, se arrancaron hacia las cuevas, o si no se escondían en sus casas.

Manuel Moyo:
Pero… fue gente muy pequeña, chiquita así, por eso sus platitos… sus tacitas… digamos sus jarritos que tenían eran así. Entonces uno dice que esa gente... Pero lo otro que hay es que en esas mismas partes por ahí, cuando ahora llueve y pasa un mes, dos meses de lluvia, rebrotan unas cebollitas, parecidas a las que tenemos nosotros.

Mauricio Salazar:
Todavía se ven gentiles, cuando sale la luna… se ven. Pero no son malos, andan ellos tomados de la mano. Son como niñitos, son como niños traviesos.

SIBAYA

Paulino Ilaja:
Yo me llamo Paulino Julio Ilaja Loaiza. Aquí en este cerro yo mantenía… vacunos. Mis 14 o 15 vacunos mantenía en estas tierras, y todo esto, en todas estas partes que están… todas esas pircas que están caídas, ahí sembraba maíz, sembraba cebolla de cabeza, sembraba perejil, apio, betarraga, zanahoria. Aquí los terrenos lo que usted le pone dan. Y en este tiempo teníamos la producción de las peras, peras de pascua.

Paulino Ilaja:
En toda esta quebrada, todos éramos arrieros, de Sibaya hasta Huarasiña. Todos íbamos con nuestra mercadería, íbamos a Huara. Ahí vendíamos nuestros productos de acá. Era de… de 3 días el viaje. Salíamos a las 7 de la mañana, llegábamos a Pachica a las 5 de de la tarde, forrajeábamos ahí, de ahí… comíamos un poco, y principiábamos a operar e íbamos a amanecer a Huara. A las 5, 6 de la mañana estábamos llegando a Huara. Ahí vendíamos nuestros artículos para… para… para el sostén de nosotros. De ahí, después de almuerzo nos íbamos a la pampa a buscar caliche, cargábamos los animales y nos dábamos la vuelta otra vez, hasta Pachica, ahí descansábamos. Y de Pachica al otro día… a las 8 de la mañana cargábamos y llegábamos 5 o 6 de la tarde aquí a Sibaya.

Manuel Moyo:
Yo soy Manuel Moyo Alemán. Nací el 27 de julio de 1939. Como se empezó a explotar el salitre… el oro blanco aquí en el norte, entonces allá, los… los dueños de la empresa, como no había vehículos en aquellos años, tenían solamente mulares para tirar las carretas y sacar el caliche de las pampas. Entonces lo hacían a base de mulas, entonces traían para acá sus 80 o 100 mulares y acá tenían que mantenerse por… por 2 meses y … para que se repusieran, mientras los otros animales estaban trabajando. Después se renovaban, venían, traían esos que ya estaban muy gastados de tanto trabajo, los dejaban acá por 2 meses y se llevaban los que estaban descansaditos. Así pasaron una época de años también.

Wilma Hidalgo:
Me llamo Wilma Hidalgo, Wilma Hidalgo Pérez. Soy del pueblo de Sibaya. Soy… india legítima de este pueblo, y soy orgullosa de serlo. Sibaya, pueblo lindo, donde canta el agua y florecen los rosales, las campanas grandes y las mulas que paren. Y no es chiste que las mulas parieron, es verdad. Es verdad que las mulas parieron aquí. Lo que en ninguna parte… del mundo yo creo, porque las mulas no paren, pero aquí si parieron.

Paulino Ilaja:
Mire, yo le voy a contar cómo cómo llegó esa mulita acá. Resulta que esa mulita… la dueña de esa mula tenía muchos animales. Tenía como cuarenta o cincuenta… vacunos. Y tenía los… en ese tiempo se encerraban las mulas con los vacunos… juntos. Y a una yegua…la pescó un moyino, un hechorY cuando iba a parir. Cuando parió la yegua, nació esta mulita, y como las vacas son alérgicas a la sangre del animal, vino una vaca y le plantó los cachos, y la degollaron de la guata con los cuernos. La yegua que parió la mulita esta, murió… y esta mulita que quedó, la criaron con leche de vaca, con leche de vaca la criaron. Entonces ya creció y creció… y se hizo agarrar con el caballo, se hizo agarrar, y cuando de repente aparece una… una yegua, una yegua, una yegua pero una yegua retinta, pero bonita, linda la yegua. Esta mula como el 48, 50 todavía existía, si existía todavía.

Wilma Hidalgo:
Las campanas de mi pueblo sé que me quieren de veras. Se alegraron cuando nací y llorarán cuando me muera.

Manuel Moyo:
Paguanta, eso se llama Paguanta. Yo conozco esto, está detrás de éste cerro no más. Ahí donde después hablan que fundieron las campanas que tenemos en el pueblo. Y esa parte se llama Buitrón, ahí donde está el molino, y las señales de fundición y por eso en las campanas si ustedes han leído dice ahí Buitrón, está el nombre del sacerdote quien las confeccionó, seguramente, pero según lo que a nosotros nos han dicho nuestros antepasados es que sí, que se fabricaron allá, las fundieron. Y por eso que tienen… una de las cosas de creer es que no están bien terminadas, cierto, el trabajo es medio rústico, si hubieran sido hechas en otras… con otras maquinarias tal vez fueran más bien terminaditas. Si ustedes se fijan bien eso está así no más.

Wilma Hidalgo:
Me fui de Sibaya de nadie me despedí, de nadie me despedí. Las piedras lloraron sangre y el sol no quiso salir, el sol no quiso salir. Te acuerdas cuando pusiste tu mano sobre la mía, y llorando me dijiste que nunca me olvidarías, que nunca me olvidarías. Sibaya, Sibayita tierra donde yo nací, tierra donde yo nací. Para todos fuiste madre, para mí sólo madrastra, para mí sólo madrastra.

Pachica

Mauricio Salazar:
Las principales historias de Pachica… son la de los condenados… Es malo que las guaguas lloren en… cerca de un cementerio, porque pueden perder el espíritu, también es malo que lloren cerca del agua, o si no que lloren en la chacra, también eso es malo. Porque también la tierra les agarra el espíritu. Nosotros creemos porque bueno igual son historias de nuestros abuelos que nos han contado. Todavía hoy en día creemos en eso.

Brígida Pacha:
Yo me llamo Brígida… Pacha Barrera, Barrera soy yo, por mi mamá, Pacha por mi padre. He nacido acá en el pueblo de Pachica. Fueron… a la cancha a jugar a la pelota, y en eso ya se oscureció un poco y ellos se quedaron los dos sentados ahí en unas piedras conversando, como amigos, se quedaron. Entonces estaba oscuro ya, y vamos es que le dijo a mi hermano el amigo de abajo, entonces ya, llegaron ahí a la punta, donde se asoman los camiones, en el letrero, entonces es que le dijo: Vámonos para abajo, no te vaya a salir el finado, es que le dijo. Entonces partió el amigo para abajo, cuando vio una cosa negra, entonces él se acercó y se acercó, dice, iba a pasar dice y estaba abierto el cajón, y ahí estaba el finado tal como lo habían echado, con su corbata, camisa, todo… estaba, ahí estaba. Lo miró no más dice, y qué iba hacer ya, si estaba sólo y el amigo ya se había ido para abajo ya. Entonces agarró… y pasó y llegó acá donde mi madre, y mi madre estaba acá: me salió el finado, es que le dijo. Pero cómo hijo, le dijo. Si mamá, le dijo ahí en el camino se me atravesó el cajón, dijo. Pero hijo, le dijo, por qué te vienes tan tarde, por qué no venías silbando, le dijo, no se viene nunca callado, no ves que el almita… durante 8 días recoge sus pasos, para irse al cielo, para que la reciban allá. Y como a los 15 días, 20 días, dice que quiso ya… trastornarse y comenzó a arrancar, y arrancaba para las chacras. Para allá arrancaba y pescaba para degollarse. Mi hermano estuvo durante 1 año enfermo así arrancándose. Mi mamita lo hizo curar, buscó un curandero, el curandero le dijo que era… era un castigo de un alma, que él se había burlado de esa alma y esa alma lo castigó. Y ese caballero lo curó a mi hermano, lo curó.

María Hidalgo:
Los que violan a sus hijas, a sus hijos. Todos esos son “condenados”, el Señor no los recibe a esos. Y gente que bueno, no es de tal forma “condenada”, que tiene sus pecados y se mueren de repente, el Señor… los tiene purgando, hasta que se hacen perdonar de las personas que han ofendido y todo. Yo no le tengo miedo al cementerio, ustedes ven que yo estoy frente al cementerio. Yo a cualquier hora salgo al patio qué se yo. Todos me dicen: ni aunque me paguen un millón, yo no vivo ahí. Yo no le tengo miedo, yo no siento nada, yo digo miedo hay que tenerle a los vivos, no a los muertos, ellos están descansando.

María Hidalgo (hablándole a la tumba de una amiga):
Albina, no te olvides, no te vayas del todo, pues. Cuida a tus hijos, a tus nietas, a tus bisnietas. Vamos a fumarnos un cigarrito, porque ella fumaba, y ahí tengo un poquito de pilsener, acuérdate que tomábamos un poquito de pilsener las dos. Ya nos servimos todo, te voy a dar tu comidita también Albina, y me pongo a rezarle Padre Nuestro, Ave María, Dios te salve, que es su comida. Después, ya nos despedimos, pero le rezo, todo. Pero uno se viene, yo me vengo bien livianita, bien tranquilita, y por eso yo no le tengo miedo al cementerio.

Brígida Pacha:
Existe mucho eso por acá, la “agarradura de tierra” existe, existe la agarradura acá. La agarradura quiere muerte. Yo tengo a mi nieta, la Vale, esa, fue con su mamá para llevar leña para allá para Pascoacha, yo estaba más abajo, yo estaba cortando pasto y en eso ella está acarreando leña y la niñita estaba… estaba así, la Vale, así estaba y la cabra se asustó y lloró. Después como al mes, la cabra comenzó con una diarrea, diarrea, diarrea, diarrea… la llevó para abajo, la echó al hospital… peor… además que es flaquita, así que la trajo para acá, la trajo. Allá en su casa, ahí la tenía, en un sofá colorado la tenía, ahí la tenía. Pura mosca y los ojos secos, casi los ojos secos. Mira, le dije yo, yo te la voy a curar, yo voy a ir a Pascoachaallá arriba en esa cuesta que hay allá, hay una chacra ahí. Yo la voy a curar, le dije yo. Yo te la voy a sanar, le dije yo. Mira… búscame todos los remedios, todos, todos. Mi mamá tenía una bolsa dejó así con toda clase de remedios, dejó mi mamá. Anda y trae la bolsa de remedios, preparas todo, en un pañito, le dije yo, en un pañito pones todo: el azúcar, el cigarrito, la coquita, la cupala, la coya, el alcoholcito en una botella y en otra botellita aparte, para uno apaciguarse. Si uno tiene que tomarse su traguito y fumarse un cigarrito. Entonces… ya mamá, me dijo, y lo acomodó ella, lo acomodó. Después ya, yo vine, tomé té y estaba oscureciéndose y me fui para allá, por la quebrada no más, para arriba, solita me fui, con una caña cargada en atado. Y llegué allá, donde era, y no había nadie, porque para allá poca gente hay, así que no había  nadie. Amontoné harta leñita, pedazos de troncos e hice fuego, hice fuego yo y se prendió todo, se quemó todo, las brazas bien coloraditas. Entonces… ya se quemó todo, pesqué el mantelito, ya dije, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén, dije. Señor, esta criatura, le dije, te la voy a entregar a ti, Tú me la vas a sanar Padre, le dije yo, Tú me la vas a sanar, en tus manos está, porque para ti no hay nada imposible, le dije, no es nada imposible para ti mi Dios, le dije yo, en el nombre tuyo, le dije yo, me hinqué… y pesqué el cuchillo y mi mantelito, lo amarré y me vine, con una caña, me vine. Ya eran como las 10 cuando llegué acá a la casa de mi hija, y ahí estaba mi hija sentada, esperándome. La coyé, le dije, ya está, la entregué al Señor, le dije yo. Quién sabe. Le pedí al Señor que la mejorara, y si quería que se la lleve al tiro, que se la recoja y si el quería mejorarla, que la mejore, le dije yo. Ahí está la Valesca, y si quiere yo la llamo al tiro ¡quién, por qué está viva? Va a decir por mi abuela, va a decir por mi abuela.

Emilio Caipa:
Yo me llamo Wilson Emilio Caipa Gonzáles. Nací… el año 1934, en la oficina Ramírez. Y ya una vez que falleció mi padre, no faltó una persona que dijo: cómo si tu padre sabía tu tienes que saber. Y por ahí me descubrieron, yo sabía, pero nunca había dado a conocer que sabía, hasta que… me descubrí y así me  fueron descubriendo todos, total que ahora todos vienen para acá para que los cure. Con la agarradura…
la persona se enferma, no puede hacer nada, entonces viene para acá y yo le saco… con esto, con el miño… le pongo el miño en la noche, al otro día lo saco en la mañana y lo quemo, y sale al tiro si es  agarradura o no. Y ahí hay que coyarlo, los días martes o viernes. Los otros días dicen que está el diablo suelto, dicen que ahí hay que coyarlo. Entonces la persona sana. Ahora, si está asustada muy… fuerte, entonces hay que entregar sangre, de un conejito, pero negro, completitamente negro, porque… ese es el animal que defiende… de los males. Todo animalito negro defiende de los males. Entonces con todo eso,
hace un hoyito ahí uno, le entierra y le reza a la tierra ahí, y le pide a la tierra que sane a la persona. Y entonces, uno va… y planta un cuchillo, porque Satanás puede llegar pues. Usted planta el cuchillo y  Satanás por si acaso llega… se le cortan los cachos al huevón, pues. Parece que fuera mentira, pero es así.
Y la persona que no cree, se va para el cajón no más.

San Lorenzo de Tarapacá

Gladys Albarracín:
Yo tenía diecisiete años cuando empecé a vestir a la Candelaria, que es la patrona de nuestro pueblo. Ella tiene que darnos buenas cosechas, que mande bastante agua que nos hace falta para nuestra quebrada harta agua Y la gente le va a traer sus ofrendas porque los agricultores traen sus ofrendas y las ponen  también a los pies de la Virgen. Entonces, ahora la sacamos, la arreglamos, preparándola ya para la fiesta porque… tiene que estar ella primero ella primero tiene que recibir a su gente. Son costumbres nuestras, y que estas costumbres… no terminen nunca, porque cada pueblo se caracteriza por sus costumbres.  Cada pueblo sabe sus cosas y las hacemos como es, como nos enseñaron nuestros antepasados y no queremos perder esas costumbres son tradiciones que ellos nos han… nos han dejado.

Héctor Marquezado:
Mi nombre es Héctor, Héctor Lorenzo Marquezado Loo. Soy servidor de San Lorenzo, pertenezco a la iglesia, trabajo en la iglesia, en la comunidad. Y mi función en cumplir, es tener todo lo del santo, soy como la mano derecha de él. Lo cuido, lo dejo bien amarrado, firme para la procesión, preparo las cosas que se vea siempre bonito.
Yo me hice devoto por una razón, por mi mamá. Mi mamá era… diabética y a ella le daban comas diabéticos a veces. Y antes venía para acá, para Tarapacá y con éste calor tenía frío, pasaba metida en la pieza. Y yo empecé a ser servidor y empecé con esa manda… por 4 años. Ahora mi mamá está súper bien. Ahora tengo manda de por vida, yo el año pasado renové manda de por vida. Manda de por vida con él, ya… ya no es por 4 años, renové hasta que me muera, si estoy viejito así bien viejito, tengo que estar vestido así, sirviendo, haciendo algo, limpiando la iglesia, voy a estar así, hasta que me muera. Y si mis hijos me quieren seguir, me siguen.

Raúl Guzmán:
Yo… me llamo Raúl Guzmán Cáceres Guallan, yo llegué aquí a Tarapacá… el año 77, el 17 de abril del 77 llegué al pueblo de Tarapacá. Desde ese tiempo estoy acá en Tarapacá. Y he recorrido acá… digamos los cerros y he encontrado hartos cementerios de los gentiles que dicen, que han sido cementerios en esos tiempos. Otros dicen que son momias y yo le digo que son gentiles. Han tratado de escarbar para ver y sacar los cántaros. Porque según se dice, es que cuando morían los gentiles, las momias, los enterraban con todas sus cosas, con los cántaros, con sus platos e incluso con maíz, porque en ese tiempo usaban mucho el maíz. Por ejemplo, ahora también tenemos las trenzas, donde las han sacado de los hoyos aquí y las han dejado afuera. Los cántaros por ejemplo vemos acá, éste debe haber sido un… un tipo de plato, digamos,
un plato redondito donde ellos comían. Y acá tenemos la… otra que es de un cántaro grande ya, donde juntaban agua ellos. Pero, esta generación ha vivido de muchos años parece porque en toda esta quebrada de aquí de Tarapacá para arriba hasta Pachica hay hartos cementerios iguales."

Brígida Pacha, habitante de Pachica,
 junto a las directoras de Tierra Gentil,
Laura Cabrera  y Javiera Ramírez.

La idea es a través de los documentales incitar un mayor interés de conocimiento sobre lo que en ellos se muestra. Es así como Tierra Gentil da pie para hablar de manera mucho más extensa sobre la Quebrada de Tarapacá. El documental muestra escenas y visiones de los pueblos de la Quebrada el año 2006, sin embargo, la historia que subyace y que sustenta el documental es el resultado de un proceso histórico, cultural y antropológico que muestra cómo una sociedad, a través de 10 mil años, logró domesticar el paisaje y crear civilizaciones.
En términos muy simples y a grosso modo, resumiré los distintos cambios que, a lo largo de su historia, ha experimentado la Quebrada de Tarapacá.  

Al fin de la edad glacial ocurrió un hecho increíble. Bajaron tantas aguas que quebraron la pampa y surgió la Quebrada, que luego se consolidó con un río, un pequeño arroyo, que con el sol y las primeras gentes crearon allí un oasis.

Quebrada de Tarapacá

Los arqueólogos han excavado numerosos sitios que demuestran que desde los 10 años hasta los 2 mil antes de Cristo, solamente cazadores y recolectores articulaban y creaban cultura en esos sitios. Cosechaban algarrobos, cazaban guanacos, ese era su mundo. Hasta que decidieron, sumando una revolución agrícola de extraordinaria importancia, incorporar el maíz, mucho antes de la cerámica, mucho antes de los pueblos, constituyendo una agricultura, una suerte de jardín creado por esta sociedad que daría un salto cualitativo impresionante al fundar dos aldeas. En una de ellas, que es casi una ciudad, aguas abajo de San Lorenzo de Tarapacá, surgió un proceso formativo. Desde ese lugar, se irradió un proceso civilizatorio que cubrió toda la región, con respuestas culturales propias, que surgen de la combinación entre complejos cazadores, que dan lugar a también complejos agricultores. 


Decidieron ser agricultores, cosechadores de maíz y grandes traficantes, como los arrieros de llamas cargadas que se pueden ver en el documental,  para poner al servicio de su sociedad los recursos de los andes y los recursos de la costa, generando unos pasajes de interacción impresionantes a través de la Quebrada.
Fueron un pueblo civilizado como cualquier otro pueblo civilizado del mundo andino, pero decidieron algo más: que la forma mas adecuada de apropiarse de la Quebrada no era en un solo foco, había que dispersarse en aldeas más pequeñas para generar una eficiencia óptima. 

Cuando pensaron que tenían una identidad tarapaqueña intentaron saber qué pasaba por esas cosmovisiones que cubrían todo el mundo andino, incluyendo la altísima civilización de Tiwanaku. Era tan fuerte la sociedad tarapaqueña, desde el punto de vista de la formación cultural, que solamente seleccionó algunos y precisos iconos de Tiwanaku y no más que eso, porque ya había un desarrollo interno extraordinariamente complejo y civilizatorio.
Terrazas de cultivo. Quebrada de Tarapacá
Cuando pensaron que era el tiempo de poder generar una cultura regional, puesto que tenían un desarrollo suficientemente complejo, que cubría desde los valles medios hasta la costa, llegan los incas, con los que logran generar grandes alianza, asimilando aquello que el sistema inca quiso imponer para colocar su política de estado en relación a los desarrollos locales. Logros tan importantes como los metalúrgicos,  puesto que los tarapaqueños tenían a los pies de la quebrada, cerca de Iquique, una mina de plata fantástica que entregaron a los incas. En ese momento, al final de la prehistoria, los tarapaqueños habían logrado sobrevivir con sus identidades, a pesar de un dominio imperial puesto, instalado y construido sobre la misma Quebrada.

Cuando decidieron con los incas abrir un mundo mayor y aprender a vivir dentro de un estado imperial, llega la invasión española y ese es el momento cuando toda la Quebrada, que había tenido los pasos mencionados, unos tras otros, entre el error y el éxito, entre el tiempo y el progreso social, fue dominada sin ninguna capacidad de tener alianzas, instalándose en ella el sistema de las encomiendas y así don Lucas Martínez de Vegazo impuso el imperialismo español sobre los hombros de los tarapaqueños. 


Cuando fueron evangelizados, cuando fueron educados en ciudades armadas a la española, cuando les  enseñaron a que tenían que reemplazar sus cultos indígenas por cultos españoles y, cuando pensaban que eso tenía que ser, porque como subordinados al estado español no tenían alternativa de alianza alguna, se sostiene la colonia y, con la colonia, se desarrollaron aquellos gérmenes de las condiciones de los metales que los tarapaqueños habían inventado, pero esta vez aumentada inconmensurablemente y la Quebrada de Tarapacá por vez primera combinó la agricultura con la fundición, la agricultura con la minería a la "española". Se funden campanas y el tráfico de la minería de la plata de Huantajaya se concentra por completo en la Quebrada. Es así como durante siglos sus habitantes pasaron a ser campesinos cada vez más pobres y de campesinos cada vez más pobres pasaron a ser mineros, constituyendo el primer proletariado minero que se ha constatado a fines del siglo XVIII en el mundo tarapaqueño.

Cuando los tarapaqueños pensaban que el mundo debía ser así, después de tres siglos de colonia, cuando  se dieron cuenta que en realidad junto con sus tradiciones, tenían que cargar y hacer suyas las tradiciones mestizas y españolas y sobre todo profundamente mestizas. Estos mestizajes tan paradigmáticos en donde la cultura india con la cultura española genera una respuesta mestiza, que se aprecia muy bien en el documental Tierra Gentil, estando los indicadores españoles mano a mano con los indicadores chamanísticos religiosos propiamente andinos.

Cuando pensaron que la vida tenía que ser así, después de tres siglos de imposición y, luego de separarse en países como respuesta al proceso de emancipación del siglo XIX, cuando la Quebrada de Tarapacá era parte de la República peruana, una guerra les dice que ya no deben estar ahí, que ya no son de su tierra, que ya no son peruanos. Y las ligas patrióticas arrancaban a la población peruana de la Quebrada poniéndola en campos de refugiados en el Callao y la otra mitad, que logró ocultarse, de la cual todo lo que vemos en el documental desciende, son quienes no se dejaron desalojar porque sabían que quien podía quedarse podía continuar con la tradición tarapaqueña.


Y cuando pensaron que en algún momento de la postguerra podían configurar sus identidades, podían reconstituir su universo étnico-cultural,  pasaron a ser el rincón más norteño de la República de Chile, pasaron a ser el rincón más olvidado de un país esencialmente centralista que recién reconoce la diferencia, que recién a raíz de la democracia reconoce al otro étnico. Cuánto tiempo los tarapaqueños han debido esperar para poder construir una historia fundamentada en sus propias filas, en el esfuerzo desde hace 10 mil años dando paso por paso entre el éxito y el error.


Tierra Gentil plasma en que están los habitantes de la Quebrada de Tarapacá, en el año 2006, a través de el, los realizadores buscábamos hacer pensar sobre cuánta esperanza tienen los andinos y los mestizos del norte de Chile para seguir allí y no ser desalojados nunca más, puesto que esperan y esto es la esperanza de este documental, que descubran cuanta cultura existe, cuanto deseo de seguir perteneciendo arraigadamente a su única tierra prometida, que se ha gestado nada menos que a través de una historia de 10 mil años.